Los Mexicanos celebran 212 años de su independencia al grito de Dolores, el punto de partida de la guerra de independencia de ese hermoso y cálido país latinoamericano.
Los mexicanos salen a las plazas públicas y emulan cada año la noche de 1810 en la que el cura Miguel Hidalgo y Costilla llamó a los feligreses del pueblo de Dolores, en el Estado de Guanajuato, a levantarse en armas.
La fiesta está tan afianzada en el imaginario colectivo nacional que a veces los rasgos más básicos de la celebración se obvian o se olvidan. Ya que son días de fiestas, gastronomía de temporada, así como una representación que llevará a cabo el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
¿Qué es lo que se grita el 15 de septiembre?
A lo largo de los años, cada presidente le da al discurso del grito su propio estilo. Algunas veces incluso incluyeron o quitaron oraciones. Sin embargo, se cree que el grito original de Miguel Hidalgo tenía las siguientes frases:
Mexicanos: ¡Viva la religión católica! ¡Viva Fernando VII! ¡Viva la Patria y reine por siempre en este Continente Americano, nuestra sagrada patrona, la Santísima Virgen de Guadalupe! ¡Mueran los gachupines! ¡Muera el mal gobierno! ¡Viva la independencia! ¡Viva la América! ¡Muera el mal gobierno!
Etapas de la Independencia de México
Según los especialistas, el estudio del desarrollo histórico del movimiento revolucionario se puede entender mejor si se revisan, detenidamente, los siguientes cuatro momentos o etapas más trascendentales:
Primera etapa
Abarca desde el Grito de Dolores (16 de septiembre de 1810) hasta la batalla de Puente de Calderón (en el actual municipio de Zapotlanejo, Jalisco, el 17 de enero de 1811), cuando la muchedumbre dirigida por Hidalgo, con su famoso estandarte, peleaba con pasión.
En este momento, cuando el cura de Dolores llegó a su cita con la historia en el Puente, sus fuerzas se calculan en alrededor de cien mil hombres (entre criollos, indios, mestizos y gente de las castas). Por su parte, los realistas, soldados leales al virrey y a la corona española, debían rondar entre los 50 mil efectivos.
Segunda etapa
En ese periodo entra en escena José María Morelos y Pavón. Este va desde principios de 1811 hasta la toma del Fuerte de San Diego en Acapulco (en agosto de 1813).
En esa época, los insurgentes anotaron varios triunfos como los obtenidos en las regiones del centro, en Cuautla (Morelos), donde llegaron a romper un importante cerco y en el sur, en Acapulco y Chilpancingo (en Guerrero) se gestionó el primer Congreso de Anáhuac, de la actual República Mexicana.
Tercera etapa
Tras la muerte del “Siervo de la Nación” (fusilado en Ecatepec, en el Estado de México), se crea un gran vacío en el mando del grupo insurgente y los realistas, aprovechando esta situación, al mando del temible General Félix María Calleja logran rehacerse y recuperar la ofensiva.
En esta etapa se rinde la fortaleza importante y, técnicamente, los leales a la corona han ganado la guerra.
Solo unas cuantas partidas, como la que comandaba Vicente Guerrero (en el sur), siguieron en pie de lucha. Este periodo acaba en febrero de 1821 con la firma del trascendental “Plan de Iguala”.
Cuarta etapa
Ese período transcurre desde el 24 de febrero de 1821 hasta el 27 de septiembre de ese mismo año, cuando el Ejército, al mando del ex realista, Agustín de Iturbide, entra triunfal, junto con Vicente Guerrero, a la Ciudad de México.
Luego el grupo compuesto por los soldados del General Iturbide y los rebeldes que aún quedaban avanzaron por la actual calle Madero, en el Centro Histórico de Ciudad de México, hasta alcanzar la popular plancha del Zócalo. Y con este pasaje terminó formalmente la lucha por la Independencia de México.